Arco de El Origen de la Obediencia (起首雷同編 Kishu Raidō-hen?) también conocido como Arco de La Pintura de la Muerte (九相図編 Kusōzu-hen?) es el nombre del séptimo arco argumental de la serie manga Jujutsu Kaisen.
Ante la falta de personal, los alumnos de primer año del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio son enviados a investigar una serie de extrañas desapariciones en la antigua escuela de Megumi Fushiguro, y probablemente, esta amenaza podría involucrar a su hermana mayor. En medio del caos, los alumnos se encuentran con un dúo de hermanos peligrosos.
Resumen[]
El Origen de la Obediencia, Parte 1-2[]
En junio de 2018, Taichi Kanada realiza una llamada telefónica y se queja de su puerta defectuosa con seguridad, alegando que siempre que llega a casa, su puerta está abierta y no comprende que sucede, en especial, porque debería cerrarse automáticamente. Asustado, exige al de seguridad revisar otra vez su puerta. En ese momento, una maldición aparece detrás de él.
Días más tarde, se confirma que Kanada de la Prefectura de Iwate fue la primer victima de la maldición. Una segunda victima, conocida como Shimada Osamu de la Prefectura de Kanagawa, fue hallada en agosto y una tercera, conocido como Yamato Hiroshi de la Prefectura de Aichi fue hallado en septiembre. El caso está siendo investigado por los alumnos de primer año del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio acompañado de la asistente Akari Nitta, que les informa lo sucedido. Añade que, las tres victimas fueron apuñaladas en las afueras de sus apartamentos mientras se quejaban con seguridad del problema.
Megumi observa la información recibida y duda de que un mismo espíritu maldito haya realizado el crimen, particularmente, porque no hay un patrón fijo en el lugar y en las fechas elegidas. Akari menciona estar de acuerdo con él, sin embargo, dada una serie de investigaciones, se determinó que las tres victimas solían asistir a la misma escuela y convivieron juntos durante dos años. Nobara cree que, posiblemente, fueron maldecidos en el pasado y sólo ahora se activo la maldición. Itadori se siente impresionado con la deducción de su compañera.
Seguido, Akari menciona que visitarán el lugar donde las victimas solían asistir en sus días de estudiante y se reunirán con un conocido de ellos.
Cuando llegan al lugar, se encuentran con un funeral y al parecer, la única persona que tenía información del caso, se convirtió en una victima más. A diferencia del resto, sí bien murió bajo las mismas condiciones, su puerta no era automática y se quejaba de que tenía dificultades para abrirla. Sin pistas que seguir, deciden dirigirse a la Escuela Secundaria Oriental de Urami.
Una vez en la escuela, Nobara visualiza a un grupo de estudiantes fumando y comenta que deberían ser golpeados para reformarlas y al mismo tiempo, interrogarlos para conseguir información. Ambos jóvenes se asustan e inmediatamente hacen reverencias hacía los estudiantes de primer año, y se disculpan por no saludar como corresponden. Nobara e Itadori confunden el saludo y se sienten orgullosos de sí mismos por su fuerte aura. Pensando que la inclinación era para ellos, pero en realidad, saludaban a Megumi, a quien no han visto desde la graduación; éste último decide revelar que solía asistir a dicha secundaria.
Megumi intenta actuar indiferente para simular que nada ha ocurrido. Nobara e Itadori lo molestan con el fin de conseguir respuestas de su parte pero en vista de que no ayuda, le pregunta a ambos estudiantes; estos terminan revelando que fueron golpeados por él durante su tiempo como estudiante. Nobara e Itadori quedan impactados con la revelación y Megumi termina revelando que solía golpear algunos estudiantes en el pasado. La conversación se ve interrumpida con la llegada de un hombre mencionando que alumnos de otras escuelas no tiene permitido el ingreso. Akari asegura tener el permiso y el hombre le pide hacer uso de su pase de visitante.
Akari decide dejar a Megumi a cargo de los interrogatorios de los estudiantes y profesores de la escuela, ya que él parece conocer a gran parte de los que asisten al lugar. Acto seguido, Megumi decide hablar con el hombre, y se revela que su nombre es Takeda, un profesor que trabaja en la escuela hace más de 20 años. El hombre saluda a su antiguo estudiante y menciona sentirse sorprendido con la muerte de las victimas del extraño caso. Megumi pide cualquier información relacionada al caso. A pesar de que no solían ser malos alumnos, Takeda asegura que solían tener problemas. La conversación es interrumpida por los estudiantes de antes, y mencionan que existe la tradición del salto en el Puente Yasohachi. Itadori no comprende a qué se refieren y Megumi revela que ese punte es conocido por su alta tasa de suicidios.
Takeda añade que en ese puente se solía realizar un tipo similar de prueba para evaluar el coraje de los estudiantes, por eso, en el pasado solían ir y realizar puentismo en el lugar. Los estudiantes de Kioto deciden interrogar a los antiguos compañeros de Megumi, y estos revelan que ellos no hacen eso, pero conocen una historia de su padre. Revela que en el pasado, ninguno fue a la escuela y tampoco regresaron durante la noche anterior, ante el alboroto provocado fueron buscados y encontrados inconscientes bajo el puente. El grupo se dirige al puente para investigar.
En otro lado, Mahito observa los tres úteros malditos que logró conseguir con su infiltración y menciona no comprender por qué el colegio no destruyo a los objetos cuando estuvieron en su posesión. Geto comenta que los objetos de grado especial no pueden ser destruidos y en su lugar, deciden envolverlo bajo sellos para evitar ser la fuerza de estos fluya sobre el espacio y evite que se reúnan más maldiciones. A diferencia de un objeto normal, los Dedos de Sukuna, incluso con sello, son capaces de atraer maldiciones y suelen ser bastante quisquillosos al momento de elegir un recipiente. Por el contrario, los úteros malditos tienen la capacidad de manifestarse en el cuerpo de cualquier persona.
Mahito, con la nueva información recibida, procede a revelar a un humano aun vivo. Acto seguido, le obliga a ingerir uno de los úteros malditos. El cuerpo del humano reacciona al útero y su cuerpo comienza a transformase, dando lugar al nacimiento de una extraña maldición. Mahito da la bienvenida a su nuevo compañero y decide otorgarle una misión. Mientras tanto, Megumi, Nobara e Itadori se encuentran en el Puente Yasohachi para investigar[1].
Horas más tarde, a punto de amanecer, los tres estudiantes de primer año hablan y discuten sobre lo investigado. A pesar de haber estado despierto toda la noche investigando el lugar, ninguna maldición se manifestó. Deciden reunirse con Akari para hablar de lo sucedido; éste última analiza la situación y cree que la condición para que una maldición se manifieste es realizando puentismo. Nobara menciona que Itadori ya saltó del puente pero no sucedió nada. La conversación es interrumpida con la llegada de dos estudiantes de la Secundaria Urami.
El joven presenta a su hermana y Megumi, en el momento que la ve, la llama Fujinuma. La joven se siente feliz de que él sea capaz de recordarla y luego procede a revelar un dato que podría ser de interés o de ayuda en el caso. Termina confesando que fue un día al Puente Yasohachi durante la noche y que recientemente, la puerta de su casa permanece abierta luego de salir, a pesar de ser automática, y añade que, siente una extraña presencia en ella. Nobara le pide información extra o que aporte sí visito el puente acompañada de alguien. La joven se preocupa creyendo que el puente puede ser la razón de las recientes muertes pero Akari, miente, alegando que en realidad están haciendo un informe para la universidad. Cuando logra calmarse, revela que Tsukimi, la hermana de Megumi, estuvo con ellos en el puente ese día.
Nobara e Itadori se sienten impactados con la información, sin embargo, Megumi actúa indiferente y le comenta a la joven que hablará con su hermana para conseguir más información. La joven se despide, e inmediatamente, Megumi se siente asustado y abrumado por la revelación. Itadori intenta calmar a su compañero y le pide que intente comunicarse con su hermana para asegurarse de que este bien.
Más tarde, Megumi decide hablar por teléfono con Ijichi pidiendo gente que pueda proteger a su hermana. Ijichi menciona que por la falta de personal, sólo puede proporcionarle chamanes de segundo grado, sin embargo, dada la complejidad de la misión, parece que necesitarían chamanes de grado más alto. Con esto en mente, les pide abandonar la misión. Megumi piensa y analiza la situación, y llega a la conclusión de que no puede darse el lujo de esperar a que un chamán de primer grado este disponible y decide que él mismo se encargará del asunto. Finalizada la llamada, le informa a Nobara e Itadori que el rango de la misión ha subido de nivel, por lo que deben regresar al colegio y que él irá más tarde, ya que se quiere despedir de sus antiguos compañeros.
Una vez solo, decide regresar al Puente Yasohachi para seguir paso a paso lo que los estudiantes suelen hacer durante su prueba de valor. En vista de que hacer puentismo no fue suficiente, decide bajar a pie hasta llegar a la parte baja del puente. Analiza la situación y cree que la maldición está oculta en una expansión, probablemente, incompleta. Mientras revisa bajo el puente, Nobara e Itadori cuestionan sus acciones y le pide confiar un poco en ellos, ya que por algo son amigos. Megumi revela la verdad sobre su hermana y confiesa que, debido al nivel de la misión, no deseaba ponerlos en peligro. Sus compañeros se muestran indiferente ante esto último y comienza a investigar provocando que Megumi sonría. En ese momento, entran dentro de la expansión de la maldición y al mismo tiempo, se ven emboscado por el útero maldito que Mahito dio vida. Itadori decide enfrentarse a él[2].
El Origen de la Obediencia, Parte 3-4[]
Inicia una batalla entre Itadori y la maldición del útero maldito; éste último acumula sangre en su boca y lo dispara en dirección del joven chamán. Itadori se percata de sus intenciones y decide saltar al aire para poder evitar ser golpeado con el ataque. Mientras cae, intenta golpear la cara del enemigo pero sus intentos son en vanos cuando éste sujeta sus brazos. Itadori no se detiene y decide juntar ambos pie para golpear a su oponente. La maldición se sorprende de lo fuerte que es el joven, mientras que éste analiza el contenido de la sangre lanzada.
Mientras tanto, Nobara y Megumi se enfrentan a las maldiciones del Puente Yasohachi. La joven haciendo uso de su Técnica de Muñeco Vudú, concentra energía maldita en un clavo y con Resonancia, envía al clavo en dirección a una de las maldiciones. El ataque logra resonar en varias maldiciones al mismo tiempo, logrando exorcizar gran parte de estas. Megumi haciendo uso de una herramienta maldita, golpea a las maldiciones que intentan acercarse a él. Ambos observan la situación y deducen que las maldiciones actúan como sí fueran topos, por lo tanto, lo único que tienen que hacer es simular como sí estuvieran jugando, Golpea al Topo y seguir así hasta que eliminen a todos.
Megumi analiza y confiesa que pensó que la maldición sería más fuerte debido al elevado número de víctimas, pero en realidad el área afectada y la pantalla que oculta a la expansión, parecen estar drenando el cuerpo principal de la maldición. Con eso en mente, piensa que la maldición contra la que lucha Itadori, podría ser la verdadera amenaza.
En ese momento, un agujero se abre en medio de la expansión y una manos sujetan a Nobara hasta succionarla por completo. Megumi se aproxima e intenta salvar a su compañera pero no lo logra a tiempo; ésta antes de ser succionada, le pide no preocuparse y que se concentre en golpear a las maldiciones.
La batalla de Itadori con la maldición del útero maldito es interrumpida, cuando éste último sale corriendo al sentir la presencia de su hermano. En vista de que sale de la expansión, Megumi le pide a su compañero ir en busca de Nobara ya que ella podría estar enfrentando un peligro mayor.
Fuera de la expansión, un hombre sujeta a Nobara e inmediatamente, se da la vuelta y usa su martillo para golpearlo y evitar que la toque; éste esquiva fácilmente su intento de ataque. El extraño hombre añade que su misión no consiste en matar chamanes y le pide retirarse para evitar morir. Nobara no comprende a qué se refiere y observa a su oponente, dudando de sí éste es una maldición o un usuario maldito. El hombre revela que su misión es recuperar los dedos de Sukuna.
Al mismo tiempo, Megumi, quien sigue dentro de la expansión, se enfrenta a la maldición y asegura que sus ataques sorpresas son demasiados simples y fáciles de predecir. A pesar de ser embocado una y otra vez, con su herramienta maldita, golpea maldición tras maldición hasta que finalmente acaba con la última de ellas. Sin embargo, cuando cree que todo ha terminado, se percata de que la expansión no ha sido destruida y en ese momento, un Portador de Dedos de Sukuna aparece ante él.
Megumi queda impactado con la situación y analiza rápidamente el patrón seguido en los crímenes. Finalmente, cae en cuenta que la primer victima murió en junio, durante el mismo tiempo en que Sukuna logro encarnar en el cuerpo de Itadori[3].
Megumi observa al recién llegado y analiza el modo en que este podría haber llegado al lugar. Teniendo en cuenta que Sukuna encarnó en junio, el resto de sus dedos escondidos o que fueron absorbidos por otras maldiciones, probablemente, hayan sentido la presencia del cuerpo principal y hayan comenzado a liberar su energía maldita. Recuerda al portador nacido del útero maldito en el Centro de Detención de Eishu y cree que éste es mucho más fuerte que el anterior.
El Portador de Dedos moldea una pequeña masa de energía maldita en ambas manos y la envía en dirección a Megumi; éste último se percata de la situación e intenta detener el ataque con su herramienta maldita, sin embargo, su herramienta es destruida por la mitad y parte de su cara recibe el ataque, provocando heridas menores en su frente y ojos.
Con una increíble velocidad, el Portador se aproxima al joven chamán con intenciones asesinas. Megumi intenta atacar pero no lo logra. El portador sigue corriendo alrededor del espacio que les rodea, confundiendo al joven con sus movimientos mientras acumula energía maldita en su mano.
El portador se prepara para lanzar su ataque y al mismo tiempo, Megumi llama a su shikigami, Lobos de Jade: Totalidad, para que éste le proteja. Ante el llamado, Lobos de Jade se envuelve en el cuerpo de su dueño. Acto seguido, el portador aparece frente a él.
En ese momento, Megumi tiene un recuerdo de un entrenamiento con Gojo. En el entrenamiento, es fácilmente derrotado por su maestro y éste último, se sorprende de que su alumno haya requerido ser entrenado y se burla creyendo que la razón es que Itadori se ha vuelto más fuerte. Gojo observa a su alumno y le asegura a Megumi que no tiene razones para envidiar las habilidades de su compañero, en especial, porque el potencial suyo es mayor. El único problema que tiene es que es demasiado considerado con otros y debido a eso, no es capaz de dar todo de sí mismo. Al final, añade que, algunas veces, está bien que sea avaricioso.
De regreso al campo de batalla, Megumi se encuentra en el suelo derribado y con heridas graves. Mira a su alrededor y analiza la situación para comprender lo sucedido. En vista de que el Portador se acerca, cree que su fin ha llegado y se coloca en posición para invocar al Demonio Moharaga. El Portador se percata de las extrañas intenciones del estudiante y decide mantener distancia con éste. Mientras tanto, Megumi se detiene al recordar las palabras de Sukuna.
Megumi intenta reponerse del ataque y comienza a concentrar toda la energía maldita que le queda disponible. Logrado su propósito, intenta visualizar en su mente las sombras más oscuras que pueda manifestar y mientras mira a su oponente, comienza a expandir su territorio. Aún incompleto, el joven chamán logra crear el Jardín Azabache de las Quimeras.
Las sombras de la expansión, comienzan a rodear los pies del portador; éste acumula energía en la palma de su mano y se prepara para atacar, pero sus intentos son en vano cuando Megumi aparece y patea fuertemente su cara. El Portador logra mantenerse de pie y mantiene distancia con su oponente. Megumi intenta concentrar más energía maldita y planea usar su técnica hasta que llegue a su límite.
El Portador moldea energía maldita y apunta al joven chamán. Megumi se coloca en posición para llamar a más shikigamis, sin embargo, la energía de la maldición, perfora su mano e impacta en su frente. Al mismo tiempo, Quimera se manifiesta en el campo de batalla y produce diversos ataques al portador; éste rodea su cuerpo de energía maldita para evitar sufrir más daños. Seguido, la energía concentrada es enviada a diferentes partes de la expansión, destruyendo todo a su paso y como resultado del ataque, Megumi llega a su límite.
El Portador mira alegre a su alrededor pero se percata de la presencia del joven chamán. Se revela que Lobos de Jade: Totalidad, logró perforar el abdomen de la maldición[4].
El Origen de la Obediencia, Parte 5-6[]
Luego de ser capaz de dominar su Expansión Territorial, Megumi logra derrotar por completo al portador y recupera uno de los Dedos de Sukuna. El Rey de las Maldiciones siente la presencia de lo recién sucedido y se alegra por el logro del joven chamán. Seguido, Megumi vomita y cae inconsciente al suelo.
Un recuerdo de Megumi, durante sus días como estudiante de la Secundaria Urami, es revelado. Solía golpear a los malos de la escuela con el fin de que estos fueran capaces de darse cuenta de las malas acciones que realizaban y dejaran de hacerle daños a otros; sostenía que odiaba a los malos y le daba asco aquellos que eran buenos y perdonaban fácilmente a estos. Generalmente, era atrapado por Takeda pero parecía no importarle.
Cada vez que golpeaba a alguien, Tsumiki lo regañaba por sus acciones; Megumi creía que su hermana era el prototipo de la perfección y que era de ese tipo de persona que perdonaban fácilmente las malas acciones de otros. Sostuvo una pacifica vida hasta que comenzó su tercer año, el mismo tiempo en que su hermana fue maldecida y cayó en coma.
En el recuerdo se revela que Gojo apareció ante Megumi cuando aún era niño. Le comentó lo sucedido con su padre y cómo éste lo vendió al Clan Zenin. Luego de evitar que fuera vendido, le ofreció mantenerlo económicamente hasta que terminara su secundaria, y luego, debería convertirse en un chamán. Finalizado el recuerdo, aún en el suelo, Megumi observa el dedo de Sukuna y duda de cómo contarle sobre el hecho a Itadori. Acto seguido, cae dormido.
Nobara y el extraño hombre sienten la presencia del dedo de Sukuna y llegan a la conclusión de que la maldición que rodeaba al Puente Yasohachi fue derrotada. En vista de que el dedo se encuentra en mano de otro, el hombre decide abandonar su discusión con Nobara y recuperar el objeto para cumplir su misión. La joven sale corriendo tras él para detenerlo y evitar que obtenga lo que desea.
Nobara visualiza que el hombre tiene una peculiar manera de correr y decide burlarse de él; éste último le comenta que tiene ciertos complejos con su espalda y no le gusta que otros sean testigos de ella, luego advierte que sí ella llegará a mirar, definitivamente la matará. En ese momento, la maldición nacida del útero maldito e Itadori aparecen detrás de él. El hombre se sorprende y se molesta con estos, quienes intentan disculparse pero sus esfuerzos son en vano cuando decide arremeter contra ellos. Nobara aprovecha la confusión y con su martillo, golpea fuertemente la espalda del hombre.
El extraño hombre anuncia que matará a los jóvenes chamanes por el simple hecho de ver su espalda y procede a utilizar su Técnica de Corrosión Extrema. Luego de activar Rey Alado, unas grandes alas hechas de sangre comienzan a formarse en su espalda[5].
Luego de la activación de la técnica, las alas comienzan a desprender sangre. Itadori observa y le advierte a Nobara no tocar la sangre del enemigo ya que parecer tener algún tipo de veneno. Seguido, el hombre dispara potentes y gruesos torrentes de sangre en dirección a ambos jóvenes. Éstos salen corriendo para evitar ser alcanzados; debido a que Nobara no es lo suficientemente veloz y está a punto ser alcanzada por los torrentes de sangre, Itadori decide sujetarla en sus brazos y ésta le propone cubrir sus espaldas hasta que logren salir del rango de alcance del sujeto.
El hombre se sorprende con la velocidad del joven y se siente molesto al visualizar que han escapado de su rango de alcance. Itadori y Nobara deciden descansar y prepararse para atacar, sin embargo, son emboscados por la maldición del útero maldito; éste último escupe sangre e Itadori empuja a Nobara para evitar ser tocada por la saliva del enemigo, como resultado, la sangre lanzada termina cayendo en el cuerpo del joven chamán. Al mismo tiempo, el hombre aparece y dispara un torrente de sangre en dirección a Nobara.
Tanto Itadori como Nobara terminan rodeados de la sangre de sus oponentes. El hombre advierte que su sangre actúa como si fuera veneno y activa una técnica denominada Putrefacción, provocando que en el cuerpo de ambos chamanes, comience a formarse un patrón de flores que actuaran en el cuerpo de estos hasta que se desintegren por completo. Itadori se molesta, ya que tenía razón sobre sus sospechas.
El extraño hombre comienza a recordar cosas de su pasado. Se revela que, durante la Era Meiji (1868-1912), una mujer logró quedar embarazada de un espíritu maldito, sin embargo, el niño nació muerto. Sin saber que hacer, decidió recurrir a un templo del lugar que solía ser manejado por el chamán, Noritoshi Kamo, un miembro del Clan Kamo. La curiosidad del chamán llevó a que la mujer tuviera nueve embarazos y nueve abortos, dando lugar a la creación de nueve úteros malditos y los primeros tres de éstos, fueron clasificados como objetos malditos de clase especial ya que la energía maldita que les rodeaba era demasiada peligrosa.
Los tres úteros malditos obtenidos por Mahito, terminan por aliarse a él ya que el mundo de maldiciones que desean crear es un mundo que los beneficiará. Aunque el extraño hombre, de nombre Esou, siente desconfianza, otro útero cree que es lo mejor pero le recuerda al resto de sus hermanos que ellos sólo existen para protegerse entre sí. A pesar de sus dudas, como es una petición de su hermano, no pueden rechazarla.
Esou le comenta a los jóvenes chamanes que sí no son capaces de resistir el poder de su sangre, puede matarlos. Nobara se burla por las palabras de su enemigo y añade que eligieron a un mal oponente. Acto seguido, utiliza su Técnica de Muñeco Vudú y uno de sus clavos perfora su mano, como resultado, la técnica resuena en el cuerpo de ambos oponentes[6].
El Origen de la Obediencia, Parte 7-8[]
Nobara le dice a Esou que si no quiere sufrir más, le conviene desactivar la técnica; éste se muestra preocupado al comprender que la técnica es un espejo contra las habilidades de las maldiciones. Nobara se propone seguir haciendo uso de la Resonancia hasta que muera y agradece que la técnica también haya afectado a Kechizu, por su parte, Esou piensa que, pese a ser potente la técnica, no va a poder exorcizarlos y se empeña en seguir adelante con la guerra de resistencia dado que, por el veneno, ninguno de los dos se verá capaz de mover.
En ese instante, Itadori, el cual es el recipiente del Rey de Los Venenos, se pone detrás de Kechizu, listo para encestar un golpe lleno de energía maldita. Esou se sorprende con sus acciones y en ese instante, Nobara perfora otro clavo en su muñeca potenciando la Resonancia. Al mismo tiempo, Itadori le encesta un fuerte golpe a Kechizu en el rostro. Pese a sentir el dolor del veneno, Itadori se las arregla para encestar un segundo golpe a su oponente. Esou grita por su hermano menor y cuando piensa ir tras él, Nobara perfora un tercer clavo en su muñeca.
Esou planea matar a Nobara, sin embargo, Itadori cambia de lugar con ésta antes de que le pueda hacer algo. Nobara tiene como objetivo ahora a un moribundo Kechizu y Esou se preocupa por el estado de su hermano, aún así, no planea deshacer la técnica sino que prefiere que Nobara muera primero. Acto seguido, se escucha un gemido de dolor proveniente de su hermano menor. Recordando el propósito de su existencia, Esou, éste sin darse cuenta, desactiva su técnica. Ante esto, Nobara e Itadori, reaccionan en sintonía: Nobara saca un clavo e Itadori corre para atacar a Esou.
Itadori ataca a Esou pero este logra bloquear su ataque y activa su Rey Alado, para atacar al joven chamán y lograr hacer que éste retroceda. Por su parte, Nobara, ahora mucho más concentrada, se prepara para atacar a Kechizu, quien se acerca corriendo a ella. Al mismo tiempo, Itadori prepara su puño y se concentra para exorcizar a Esou antes de que Kechizu pueda herir a Nobara. Ambos jóvenes liberan sus ataques acompañados del Destello Oscuro. El golpe de Itadori logra desaparece el brazo derecho de Esou y parte de su torso, mientras que el ataque de Nobara se introduce en la boca de Kechizu y atraviesa su cabeza.
Esou ahora sorprendido y preocupado por Kechizu le ruega que no se muera. El hermano menor, en un último intento de matar a Nobara, se abalanza a ella cuando ésta está de espaldas. Inmediatamente, Itadori voltea para ayudar a su compañera y Esou sonríe pensando que al fin ésta morirá, sin embargo, en ese momento Nobara hace uso de Horquilla, la cual atraviesa toda la cabeza de Kechizu, al fin exorcizando al hermano menor. Nobara se acerca a Esou declarando que muy pronto él también irá a acompañar a Kechizu[7].
Los ojos de Esou se cristalizan al ver muerto a su hermano menor y recuerda las palabras de Choso y se disculpa por no poder proteger a Kechizu. Itadori se sorprende al ver las lágrimas de su oponente y se ve incapaz de atacarlo. Mientras tanto, Nobara también nota las lágrimas de Esou, y voltea a ver la maldición que acaba de exorcizar, y se termina sorprendiendo porque su cuerpo aún no desaparece. En ese momento, Nobara al igual que Itadori, se ven incapaces de seguir atacando porque, quienes se suponían que eran unas maldiciones, tienen un cuerpo físico.
Aún desconcertados con el descubrimiento, un auto pasa por detrás de ambos jóvenes y logran evitarlo. Esou se sube a la parte trasera de éste, y cuando uno de los pasajeros del auto saca su cabeza para gritarle a los jóvenes, Esou lo saca a la fuerza por la ventana y amenaza al conductor con que matará a su acompañante si detiene el auto, éste asiente con miedo.
Esou libera su técnica de sangre en el lado derecho del rostro de su rehén y le advierte a Itadori que no lo persiga porque matará a ambos sujetos, ésto logra hacer que Itadori se detenga.
Esou jura vengar la muerte de su hermano una vez que sus heridas sanen, y en ese momento, ve a lo lejos a Nobara que se prepara para martillar algo. Itadori exclama el nombre de su compañera y, acto seguido, Nobara atraviesa con un clavo su muñeco vudú con el brazo que Esou previamente había perdido. En el pecho del mitad maldición y mitad humano, aparecen afiladas púas haciendo que libere a su rehén y que, por el dolor, logra caerse del auto, en ese momento, Itadori se prepara para atacar, y después de susurrar una disculpa, golpea en el pecho a su objetivo, dando fin a su vida. En la oscuridad de la noche, Itadori observa el puño con el que mató a Esou con tristeza.
En otro lugar, Mahito y Suguru Geto juegan a Life junto a Choso. En medio de la partida, cuando éste último está a punto de posicionar su auto en la casilla, se detiene súbitamente llamando la atención de Geto, quien se percata de sus acciones y le pregunta qué sucede. Choso, con enojo, destroza la pieza del juego y comunica que sus hermanos menores han muerto. Mahito, sin mostrar mucha importancia, le dice a Choso que no destroce las fichas mientras que Geto le pregunta cómo es que sabe qué eso sucedió.
Mientras que Mahito busca otra ficha, Choso intenta entender qué es lo que sucedió y añade que, no puede creer que ambos hayan perdido contra un portador de dedos que solamente poseía un dedo de Sukuna. Geto revisa su celular y se sorprende al ver que su contacto le informó que quienes mataron a Esou y a Kechizu fueron los alumnos de primer año del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio, al escuchar esto, Mahito revela una sonrisa de oreja a oreja[8].
Cómplices[]
Tras el enfrentamiento con Esou y Kechizu, Itadori se siente un tanto molesto y abrumado por lo sucedido luego de caer en cuenta que no eran maldiciones sino usuarios malditos. Intenta entablar una conversación con Nobara con el fin de descubrir si su compañera se siente igual que él luego de haber matado humanos. La joven se muestra un tanto indiferente y alega no estar preocupada sobre el asunto ya que, en el camino de lo chamanes, ese tipo de cosas suelen suceder a menudo.
Nobara intenta hacer sentir mejor a Itadori añadiendo que, debido a la situación, no se encontraban en una posición de poder determinar sí su enemigo era humano o un espíritu maldito. Éste último menciona estar feliz por haber logrado que ambos sobrevivieran pero no puede dejar de lado la tristeza que siente por haber acabado con la vida de otros y haber provocado lagrimas debido a las vidas que arrebató. Luego de la breve discusión, Nobara agrega que ambos son cómplices por lo sucedido y proceden a ir en busca de Megumi. Cuando finalmente se reúnen con su compañero, se asustan al pensar que podría haber muerto pero se asustan aún más cuando éste despierta repentinamente.
Nobara regaña a Megumi por haberse dormido teniendo en su posesión un objeto tan importante como es el Dedo de Sukuna y comenta que deberían comunicarse rápido con Akari con el fin de lograr poder sellar el objeto maldito. La conversación es interrumpida cuando Itadori muestra deseos de querer comer el dedo. Sus compañeros se niegan alegando no estar seguros de su capacidad máxima para poder mantener bajo control a Sukuna.
Más allá de estar en contra, Megumi decide darle el dedo a Itadori ya que es el mejor para poder protegerlo. En un intento de tomar en su posesión el objeto, Sukuna manifiesta una boca en la mano de Itadori y procede a ingerir el dedo. En ese momento, Itadori recuerda las palabras de Gojo sobre el hecho de que su cuerpo ahora sirve como localizador para encontrar los dedos del Rey de las Maldiciones.
Dos días después, Gojo habla por teléfono con Utahime Iori sobre la última misión de sus alumnos y cómo éstos hicieron bien su trabajo. Acto seguido, comienzan a hablar haciendo uso de palabras claves con el fin de evitar levantar sospechas por sí alguien está escuchando la llamada de ambos. Mientras tanto, en otra parte de Japón, Mei Mei observa su cuenta bancaria y descubre una transferencia de dinero por parte de Gojo.
En el colegio, Megumi habla con Nobara y le pide a su compañera mantener en secreto lo descubierto en el Puente Yasohachi y el hecho de que todo lo sucedido en el lugar se debe a la reciente reencarnación de Sukuna. Mientras tanto, en otra parte del colegio, Itadori camina por los pasillos de las habitaciones y el Rey de las Maldiciones ríe a carcajadas y culpa al joven de ser el responsable de todos los eventos sucedidos recientemente.
Horas más tarde, Mei Mei y Todo tienen una breve reunión con el director del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Kioto, Gakuganji. En el lugar, ambos recomienda a Maki Zenin, Panda, Nobara Kugisaki, Megumi Fushiguro y Yuji Itadoricomo estudiantes capaces de ser promovidos a chamanes de primer grado[9].
Es Así[]
Tras recomendar al grupo de estudiantes para ser promovidos, Mei Mei y Todo pasan el tiempo juntos mientras juegan tenis de mesa. Todo menciona sentirse emocionado de ser capaz de poder realizar misiones con su 'hermano' Itadori y poder ser testigo de su brillante futuro. Sin embargo, Mei le recuerda que aquellos que son recomendados para ser promovidos no pueden salir en misiones con aquellos que los recomendaron, logrando que Todo se sienta completamente desilusionado.
Mientras tanto, por las calles de Tokio, Nobara decide recorrer la ciudad y realizar compras. Entretanto, una joven de acerca a ella y se presenta como antigua compañera de Itadori. Luego del intercambio de unas cuantas palabras, Nobara cae en cuenta de que la joven tiene sentimientos por su compañero y decide recurrir a Megumi para obtener más información sobre los gustos de Itadori.
Megumi se reúne con ambas y Nobara le informa de la situación. Éste revela que Itadori no debe tener novia, basándose en el hecho de que en su habitación hay un póster de una mujer y además, no pareció tener problemas para mudarse a Tokio. Luego, añade que le gustan las mujeres que son altas. Tanto Nobara como Ozawa se sienten esperanzadas y deciden contactar a Itadori.
Itadori llega al lado de ellas en cuestión de minutos. Nobara cae en cuenta y siente miedo de que su compañero no sea capaz de reconocer a Ozawa e intenta presentarlo con el fin de evitar una situación incómoda. Sin embargo, Itadori reconoce inmediatamente a su antigua compañera.
En un breve recuerdo, durante sus días como estudiantes, Itadori tiene una breve conversación con sus compañeros con el fin de descubrir sí se siente atraído hacía alguien de su clase. Al verse obligado a responder, menciona a su compañera Ozawa alegando que la manera de actuar que tiene es muy elegante.
Finalizado el recuerdo, Itadori se despide de su compañera y cada uno sigue con su camino[10].
Personajes[]
- Taichi Kanada
- Yuji Itadori
- Megumi Fushiguro
- Akari Nitta
- Nobara Kugisaki
- Takeda
- Mahito
- Suguru Geto
- Kechizu
- Fujinuma
- Hermano de Fujinuma
- Tsumiki Fushiguro
- Kiyotaka Ijichi
- Esou
- Sukuna
- Choso
- Satoru Gojo
- Junpei Yoshino (Recuerdo)
- Utahime Iori
- Mei Mei
- Yoshinobu Gakuganji
- Aoi Todo
- Panda
- Maki Zenin
- Yuko Ozawa
Elementos Introducidos[]
Técnicas de Megumi Fushiguro
Técnicas de Esou
Técnicas de Kechizu
Técnicas de Nobara Kugisaki
Batallas
Referencias[]
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 55.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 56.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 57.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 58.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 59.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 60.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 61.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 62.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 63.
- ↑ Jujutsu Kaisen (Manga) — Capítulo 64.
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